Hay adultos que creen que siempre es demasiado pronto para empezar a enseñar a los niños la lección de la independencia y se consuelan pensando que la vida misma les enseñará a comportarse de una forma autónoma, de ahí expresiones frecuentes como “Algún día deberá darse cuenta de cómo es la vida en realidad” o “Algún día deberá aprender que no siempre puede salirse con la suya”
Hay niños que, advirtiendo la debilidad de sus padres, adoptan una postura “pasiva” ante la vida, de tal modo que se dejan “querer y hacer” mostrando una minusvalía irreal.
Si bien los bebés y los niños pequeños dependen casi exclusivamente de los adultos, se trata de una condición natural y necesaria de la primera infancia. Al tiempo que el niño va adquiriendo habilidades, exige más independencia por parte de sus padres.
No dar al niño esta oportunidad de hacerse un ser independiente conlleva serios peligros, como son: la falta de motivación ante el estudio, la pasividad y ausencia de conducta asertiva en sus relaciones sociales y, sobre todo, la falta de confianza en uno mismo.
El cuestionario que se propone a continuación permite valorar de modo sencillo la sobreprotección de niños (6 a 12 años). Está destinado al niño, quien ha de responder V (verdadero) o F (falso) según sus preferencias personales.
Por: Carmen Ávila de Encío